Olimpo se hizo fuerte de visitante. Y no solo que se quedó con el clásico, sino que también goleó a un desconocido Villa Mitre por 4 a 1.
En el comienzo del partido se notó que el aurinegro estaba mejor parado y manejando los hilos del partido casi a su merced, con buen trato del balón, jugadas elaboradas, aunque sin claridad a la hora de definir la última puntada.
La primer llegada fue a los 2 minutos, con una jugada colectiva del visitante por derecha, que derivó en un pase a Matías Mena, quien enganchó adentro del área para quedar mano a mano con el arquero, Facundo Jiménez. El delantero remató y el portero, ya jugado hacia un palo, logró desviar la pelota con sus piernas.
Promediando los 12 minutos llegaría la primer alegría aurinegra. Y llegaría luego de un lateral al área que peinó Rodrigo Manso para la llegada de Matías Mena, quien anticipando a los defensores, cabeceó la pelota por encima del arquero y de esta manera estampó el 1-0 parcial.
Rápidamente Villa Mitre se repuso y tuvo un penal a favor. Rodrigo Arcez fue el encargado de cambiar la ejecución por gol, pero gracias a que cosechó el rebote que dio el arquero tras gran intervención.
Cerca del final de la primera etapa, Olimpo se encontraría con otro grito. Esta vez invirtiendo los roles, con un gran pase cruzado de derecha a izquierda de Matías Mena para Rodrigo Manso a espalda de los defensores. Este último se enfrentó al arquero, lo eludió y definió con el arco a su merced.
Así terminó el primer tiempo, con un Villa Mitre perdido, impreciso, con sus dos delanteros habitualmente desequilibrantes aislados y un claro mérito del equipo visitante, que siempre estuvo bien plantado en el campo, recuperando rápidamente la pelota y desplegando un mejor fútbol.
En el segundo tiempo no cambiarían mucho las cosas. Olimpo siguió jugando igual, presionando en mitad de cancha y tratando de vencer a la defensa rival con pases profundos.
La primer situación para el visitante llegaría de un tiro libre que ejecutó Matías Mena al punto del penal. Allí estaba Santiago Palacios, quien cabeceó hacia abajo, pero no fue suficiente para vencer a Facundo Jiménez que pudo quedarse con la pelota.
El partido se empezó a calentar desde afuera y los chicos lo sintieron. La primer expulsión, de varias que vendrían luego, fue para Tobías Fernández, quien cometió un foul fuerte en mitad de cancha y el árbitro decidió sacarle la segunda amarilla. Así el visitante quedaría con 10 jugadores.
Villa Mitre no supo aprovechar el hombre de más y en una contra quedaron pagando sus centrales. Rodrigo Manso capturó el balón enfrentándose al Facundo Jiménez, el delantero se la tiró larga, el arquero no llegó a obstaculizarlo y no le quedó otra alternativa que hacerle un foul afuera del área, que derivó en otra tarjeta roja. Allí ambos conjuntos quedaron con 10.
Un tercer expulsado, segundo para Villa Mitre, llegaría 9 minutos después, luego de cortar una contra con una patada descalificadora. En ese minuto fatal para el local llegaría el tercer gol visitante, tras un centro al área que derivó en un certero cabezazo de Tomás Coccia para estampar el 1-3.
Ya 5 minutos después llegó otra tarjeta roja para el local. Esta vez fue para Mathias Parra por, presuntamente, insultar al árbitro.
Sobre el final del partido Iván Recalde, quien ingresó a los 22 minutos de esa fracción, estamparía el 4-1 definitivo con un remate seco desde afuera del área.
La figura.
Fueron dos. Rodrigo Manso y Matías Mena. Entre ellos se cargaron el equipo al hombro y llevaron a su equipo al triunfo, encontrándose mediante paredes o gambeteando rivales. Fueron, al cabo, quienes marcaron el rumbo del partido.
Mirá algunas de las escenas que dejó el clásico.