La polémica se suscitó como consecuencia del vínculo que Carsley presenta con Irlanda, un país que mantiene una reconocida rivalidad con Inglaterra, con siglos de conflictos políticos, tensiones culturales y un rechazo hacia la Corona. Si bien el interino es inglés, supo disputar 40 partidos con el seleccionado irlandés ya que sus abuelos eran irlandeses.
A pesar de todo esto, la negativa de Carlsey de cantar "God Save The King" no sería como consecuencia de un rechazo político, sino algo más simple: concentrarse antes del partido. "Es algo con lo que he luchado mientras jugaba para Irlanda. El intervalo entre el calentamiento previo, salir a la cancha y la demora de los himnos... Es algo que nunca hice. Siempre estuve concentrado en los partidos y mis primeras acciones del juego. Me di cuenta que, en ese período de tiempo, temía que mi mente divagara. Estaba realmente concentrado en el partido y es algo que he trasladado a mi etapa como entrenador", explicó. De hecho, aseguró que le pasó lo mismo con "Amhrán na bhFiann", el himno irlandés.
Aun así, la polémica sigue en las primeras planas de los diarios británicos, con muchos medios que descreen de las palabras de Carsley y hasta toman como una ofensa su postura de no cantar el himno. Jeff Powell, periodista del Daily Mail inglés, fue contundente al asegurar que "la FA debe echarlo hoy mismo" y calificó su postura como una "traición". De igual manera, el Daily Telegraph tuvo en su portada del suplemento deportivo un artículo de Jason Burt, corresponsal en jefe de fútbol, en el que el periodista sostuvo que "si Carsley no canta el himno, no puede dirigir a Inglaterra".
Si bien hoy Carsley queda en el centro de la escena, en el pasado han sido varios los jugadores ingleses que no cantaron el himno, con incluso algunos nombres de peso entre ellos. Uno de ellos, por ejemplo, fue el recordado exdefensor Gary Neville, quien no lo cantó en la Eurocopa 1996 por razones similares a las de Carsley: "No lo canté la primera vez que jugué para Inglaterra, en parte porque me dije que me tomaba en serio mi trabajo y no iba a cantar antes de un partido". La situación con Neville llegó hasta las altas esferas del fútbol británico: el entonces presidente de la FA, Geoff Thompson, intentó "amablemente" pedirle que lo cante, pero Neville estaba decidido. "Los de traje no iban a decirme qué tenía que hacer", cerró.
Un poco más cerca en el tiempo se presentó el caso de Trent Alexander-Arnold. Si bien no dio explicaciones, Gareth Southgate se tomó el asunto a broma y lo comparó con el caso de Neville: "Debe ser un tema de los laterales derechos". Wayne Rooney, otro recordado exjugador de los Tres Leones, tampoco lo cantaba, aunque su motivo era particular: no sabía la letra. Erigido como uno de los símbolos y capitanes del equipo, la cuestión fue tema nacional y la Sociedad Real de St. George le ofreció enseñarle la letra, para que pueda cantarlo junto a sus compañeros.
Finalmente, Gary Lineker también está incluido en ese grupo y, fiel a su estilo histriónico de siempre, tuvo una graciosa respuesta cuando el presentador televisivo Piers Morgan -con quien mantiene una rivalidad histórica en redes sociales- lo increpó al respecto: "Odiaba cantarlo, todavía lo odio. Principalmente porque soy asquerosamente malo cantando. No sé por qué es tan importante".
Fuente: TyC.Sports