Si te dedicas al entrenamiento con niños imagino que ya habrás advertido que nos encontramos con muchas particularidades que hacen que el fútbol formativo se convierta en algo especial.
Porque ni el fútbol ni los entrenamientos son iguales para los más pequeños. Aquí tienes 6 recursos con los que mejorar tu trabajo en la etapa de iniciación:
Realizar subgrupos de trabajo, unificando alumnos con un nivel similar según el aspecto a trabajar. Niño con buen nivel que siempre sale victorioso puede entorpecer su aprendizaje y niño de menor nivel que siempre se ve superado o incapaz de superar puede acabar frustrado. No abusar con este tipo de metodología y saber dosificarla. Opción de introducir aprendizaje vicario por modelaje – Niños de más nivel enseñan a niños de menos nivel -.
En una tarea se pueden trabajar varios aspectos, pero tienes que saber cuál es el objetivo en el que te vas a centrar a la hora de corregir. En edades de iniciación el niño cometerá muchos errores, pero si te dedicas toda la sesión a la corrección sistemática de errores, sin un objetivo claro, un juego o ejercicio divertido puede convertirse en un aburrimiento para el niño.
Si el objetivo es el tiro con el interior, y el primer día que realizan el ejercicio coloco una portería de un metro, lo mismo el niño no consigue muchos goles, por lo que fomentamos su frustración.
Sin embargo, si la portería es grande y la distancia de golpeo corta, y además tiene un balón para él sólo, conseguirá muchas repeticiones, de las cuales muchas con éxito.
Facilitemos la consecución del objetivo, añadiendo o modificando distancias, tiempos o normas.
A la hora de la realización de actividades o juegos en los que hay que superar una oposición, intentaremos facilitar la consecución del objetivo. Como norma, en ejercicios con oposición real no se puede o es muy difícil conseguir el objetivo, por lo que la misión debe ser neutralizar al oponente. Por ejemplo: los que roban van cogidos de la mano, los que roban se desplazan en cuadrupedia, etc. TAREAS TRANSICIONALES
Enseñarles un ejercicio o dos como rutina, que les permita ejecutarlos sin la ayuda del entrenador y les tenga entretenidos y activos en los momentos en que tengas que preparar la siguiente tarea.
Con niños de estas edades es más productivo asimilar los objetos, partes o acciones del fútbol a palabras de su entorno que les sea fácil reconocer.
Con estos recursos, conseguirás acercar el fútbol a tus futbolistas de una forma más adecuada y adaptada a las características de desarrollo del joven jugador. Al fin y al cabo, como diría Rubén Rossi, “en el fútbol de lo que se trata no es de lo que se enseña, sino de lo que los jugadores pueden aprender”.