A 51 años del histórico 13 a 1

La mayor goleada del fútbol argentino

Por Gustavo Zandonadi, de la redacción de NOVA

La historia del fútbol argentino guarda tardes que parecen nacidas de una exageración de potrero. Una de esas jornadas inolvidables tuvo lugar el 6 de octubre de 1974, cuando Banfield trituró por 13 a 1 a Puerto Comercial de Ingeniero White, logrando la mayor goleada de su historia y la más abultada del profesionalismo.

Metropolitano y Nacional

Por aquellos años había dos torneos por temporada: el Metropolitano, en la primera mitad del año, y el Nacional, en la segunda. Nos ocuparemos de este último. El campeonato comenzó el 21 de julio de 1974. Participaron 36 equipos, divididos en cuatro zonas de nueve equipos cada una.

Dentro de cada zona jugaron todos contra todos, clasificando los dos primeros a la segunda ronda. En la etapa de definiciones se formó una zona única con ocho participantes que repitieron el formato todos contra todos.

San Lorenzo de Almagro fue campeón, seguido por Rosario Central y por Vélez Sarsfield. El goleador del torneo fue Mario Alberto Kempes, con 25 tantos, pero el torneo fue recordado para siempre por el partido que protagonizaron dos equipos en la Zona A, que no pudieron clasificar a la fase final.

El partido

Aquella tarde el “Taladro” jugó de local y fue pura inspiración. Desde el primer silbato, los dirigidos por Óscar López y Óscar Cavallero desplegaron una voracidad ofensiva inusual, casi despiadada. En un césped donde cada avance terminaba en gol, Banfield firmó una de esas páginas que separan a los equipos comunes de los que dejan huella.

El protagonista absoluto fue Juan Taverna, un delantero de área con alma de artillero serial. Esa jornada inmortalizó su nombre con siete goles en un solo partido, un registro que ningún otro jugador pudo igualar en el fútbol argentino profesional. A su lado, Lanza y Roselli aportaron sendos dobletes, mientras Eduardo Pipastrelli y José Romero completaron la demolición. Para Puerto Comercial, Mario Domingo Rachi marcó el tanto del honor, un alivio mínimo en medio del vendaval albiverde.

El marcador final, 13 a 1, parecía un número de fantasía. Pero los hinchas que coparon las tribunas lo vieron con sus propios ojos: cada pelota que tocaba Banfield tenía destino de red. Fue una celebración del fútbol ofensivo, de la contundencia y del amor por el gol. Y también, una muestra del poder que podía desplegar aquel equipo cuando encontraba inspiración.

A pesar de ser la mayor goleada de la historia del fútbol argentino, en parte porque “La visita fue impotente para contener los pelotazos a las espaldas de su línea de cuatro”, según escribió el cronista de El Gráfico, la prestigiosa revista calificó al partido como “mediocre”.

A pesar de eso, Taverna se convirtió en el mayor anotador individual en un partido de primera división, superando a Arsenio Erico y a Jaime Sarlanga, glorias del fútbol vistoso de los años 40.