Nacido en Moreno, Villalba llegó a Vélez cuando tenía apenas siete años. Allí realizó todo el recorrido formativo y fue destacándose por su temperamento, buen juego aéreo y solidez defensiva. Sin embargo, en enero de 2025 quedó libre del Fortín y fue incorporado por Gimnasia, donde firmó contrato hasta diciembre. El club platense cuenta con una opción de compra del 50% de su pase por una cifra cercana a los 500 mil dólares.
En la actual Copa del Mundo juvenil, el zaguero se consolidó como una pieza importante dentro del equipo de Diego Placente. Pese a su gran presente con la Albiceleste, en el Lobo no ha tenido todavía demasiadas oportunidades: suma 222 minutos en cinco partidos oficiales en lo que va del año, con solo dos titularidades —ante Godoy Cruz y Lanús, ambas en el Torneo Clausura—.
A los 19 años, Villalba encarna una historia de esfuerzo y perseverancia. Pasó de entrenarse con recursos limitados en los potreros de Moreno a ser protagonista de una final mundialista con la camiseta argentina. Una carrera que recién empieza, pero que ya inspira a muchos jóvenes que sueñan con seguir su camino.