“No es prioritario el resultado sino la formación. Es importante que los chicos suban conociendo el estilo del club y que quieran la camiseta”. La visión pertenece a Gabriel Rodríguez, actual coordinador general de las divisiones formativas de River Plate.
Nacido en Capital Federal, de 55 años, es el descubridor y formador de, entre otros, el propio Marcelo Gallardo, además de Hernán Crespo, Javier Saviola y Andrés D´Alessandro.
“Los chicos deben saber el significado de estar en River. Marcelo quiere juveniles que interpreten la ideología del club y sientan orgullo por vestir la camiseta”, sostiene Rodríguez. Y resalta que en todo grupo de trabajo, tus compañeros deben ser mejores que uno. O sea, el grupo debe estar por sobre lo individual.
“Lo más importante para nosotros es la formación y la disciplina de los chicos. El título, es un complemento. Lo principal es fomentar el juego limpio y que aprendan a comportarse dentro de la cancha”. Así opina Miguel Ángel Tojo, uno de los formadores más reconocidos del país y que trabajó junto a José Pekerman y Hugo Tocalli en las selecciones Sub 16 y Sub 20.
Tojo, “descubridor” de Biglia, Garay y Gago, entre otros, tiene una visión crítica de la etapa actual del futbol formativo en la Argentina. “Los pibes debutan muy rápido. No lo hacen por condiciones, sino por necesidad de los clubes. Es por eso que les falta tiempo de maduración y de preparación”.
Sostiene que en el fútbol de primera división lo más importante son los resultados, algo completamente diferente a lo que debería ocurrir y pregonar en las inferiores.
La mayoría de los formadores sostiene que es un error pensar sólo en el corto plazo, en los resultados inmediatos. El objetivo en el fútbol base es que el jugador corrija sus carencias, sin olvidar, lógicamente, potenciar las virtudes. Se trata de ganar jugadores. De dotarlos de la mejor manera posible para el rendimiento futuro.
Si buscamos un objetivo a futuro, sin dudas la escuela del Barcelona marca el rumbo.
"El juego del Barça remite a los conceptos que se enseñan en el fútbol base desde hace años", dijo Jaume Olivé, quien trabajó en su fútbol formativo por más de 20 años.
"Viendo jugar al primer equipo, parece que son los mismos infantiles de la institución, lógicamente con otra velocidad de ejecución. Pero la utilización del balón, la insistencia en buscar el pase corto y que el largo cruzado sea sólo un recurso, la renuncia a posiciones neutrales, la llegada por el centro del campo... todo remite a la cantera".
Si el fútbol es un referente social, tanto la estética a la hora de jugar como la educación de los jugadores, deben de ser un ejemplo. Es por eso que no vale eso de ganar de cualquier manera. Se trata de convencer tanto por las aptitudes como por las actitudes.
"La voluntad de ganar los partidos haciendo las cosas bien es el sello del Barça. Es un concepto que se inculca en la base: primero hacé las cosas bien y luego ganá", sostuvo Olivé.