Pseudoperiodistas y relatores en la picota

La autocrí­tica que el fútbol espera de los Vilouta

Emprenderla contra los protagonistas, ya sea jugadores, técnicos y árbitros, es moneda corriente en el compulsivo circo mediático.

Walter Gullaci

Periodista de La Nueva.

La chilena de Lisandro López resulta impactante. Tanto como ese final del clásico de Avellaneda que nada tuvo que ver con un trámite aburridísimo hasta el minuto 85. Chato, anodino. Sin ocasiones que invitaran al dramatismo futbolero.

Pero de pronto Independiente se puso en ventaja mediante Leandro Fernández, y media ciudad se tiñó de roja.

Claro que esa mitad de Avellaneda no contaba con la irrupción de Licha, quien al ratito, nomás, de chilena la mandaría a guardar. Y 1 a 1.

Un instante mágico. Que Paulo Vilouta, encargado de narrar las situaciones de juego para el Canal América, se encargó de abortar con uno más de sus yerros televisivos.

Vilouta, un hombre de crítica fácil (hoy hasta devenido en analista político) y de vocabulario extremo e irónico hacia los protagonistas, tuvo la oportunidad de relatar uno de los momentos más excitantes del fútbol. Un empate sobre la hora, en un clásico, y mediante una acción de juego espectacular. Pero no...

El relator ultracrítico y de habituales adjetivaciones vulgares se equivocó feo. Relató un hipotético ¡cabezazo! de Lisandro López... Y se quedó con eso. Nada de retractarse. ¿Para qué?

El tema es que este profesional, sin dudas -e incomprensiblemente- muy mediático, no es la primera vez que se manda "un gol en contra". Ya tiene varios en su haber. Y sino, desde Doble5 invitamos a que repasen este excelente compendio de "horrores" que le preparó el programa televisivo Duro de Domar.

Como para entender que, como Vilouta, también los arqueros se equivocan, los delanteros fallan frente al arco rival, los técnicos le erran con algún cambio y los árbitros suelen "comerse" más de un penal.

En suma, todos se equivocan.

El tema es admitirlo. Y no medir (para colmo desde la mediocridad y un micrófono) al prójimo con otra vara...