Distantes del otro y de lo esencial

¿Y si apagamos un rato el celu?

Por Walter Gullaci / Docente del IRS y periodista de La Nueva.

El celular no para...

Un segundo, un instante...

Nos domina, te domina...

Nos separa...

Nos somete...Y nos torna cada vez más sonámbulos en un entorno de unos pocos despiertos...

Esos pocos que quizás aún nos miran, perplejos, con ganas de comunicarse. Con nosotros, claro.

Y así nos pasa la vida por al lado. Casi sin darnos cuenta,

Como ese pase profundo que nos agarra en off side. Distraídos. Distantes. 

Sucede a diario.

En cada mesa. En cada familia.

En una esquina. Hasta en un cine. 

Y, como manifiesta esa foto de Selección, con Higuaín, Maidana, Mascherano, Banega, el Kun, Messi y Lavezzi disociados, en otra sintonía, también pasa en el fútbol.

En cada vestuario.

Pensalo.

¿Qué compartimos a través del celu?

Ni un pase, ni una pared, ni un abrazo de gol. Ni el sabor único de un triunfo sobre la hora, como tampoco la pesadumbre por una derrota cruel.

Ni siquiera una mirada para saber qué dicen esos ojos tan cercanos como lejanos, que ya no son cómplices ni compinches de nada.

Porque tu único compinche, de metal y no de carne y hueso, es el celu.

El dueño absoluto de muchísimas de tus horas.

¡Pero sabelo bien!

Jamás de tus emociones...