El arco defendido por Nereo

Nereo Champagne hoy transita una gran regularidad en el fútbol grande de AFA, defendiendo el arco de Olimpo.

A los 30 años, alcanzó la madurez necesaria para saber cómo actuar ante cada situación que le plantea el puesto.

De 1,88 de estatura y 87 kilos de peso, ha tenido etapas en las que, casi sin percatarse de ello, se dejó estar un poco a la hora de cuidar su alimentación.

Le ocurrió cuando era suplente -lo fue por alrededor de 100 partidos- en la Primera de San Lorenzo de Almagro, detrás de goleros notorios como Sebastián Saja y Agustín Orión.

Tan es así que llegó a pesar 94 kilos, lo que obviamente le quitaba elasticidad a sus movimientos.

Hasta que uno de sus tantos técnicos se lo hizo notar, y a partir de allí reencauzó el aspecto nutricional. Y definitivamente su carrera. Hasta instalarse en lo que es hoy: uno de los arqueros más respetados y valorados del fútbol de AFA.

“De todos los entrenadores aprendí algo importante”, recuerda.

Otro mensaje que nos deja desde su experiencia en el arco -también pasó por Ferro Carril Oeste- es que el arquero solo debe volar en contadas ocasiones. “Es que volar demasiado denota falencias técnicas en el arquero. Falta de ubicación, por ejemplo”.

No lo dice, pero acepta con una sonrisa que hay muchos arqueros “vende humo” en el fútbol que resuelven con poca simpleza algunas jugadas que no ameritan, para nada, una volada.

De allí, entonces, que elogia la sobriedad de Sergio Romero en el arco de la Selección Argentina e incluso de Marcelo Barovero (River), quien con su particular estilo ha sabido ganarse el respeto del mundo del fútbol.

Martín Cauteruccio (San Lorenzo), Rodrigo Mora (River), Diego Milito y Gustavo Bou (ambos de Racing) son, a su criterio, los delanteros más difíciles a la hora de enfrentar.

Y la cancha de Olimpo, por su estrechas dimensiones, una de las más complicadas para cualquier arquero. “La pelota anda mucho por las áreas y por arriba”, sostiene.

Solo un gol de tiro libre pàdeció en su carrera.

“Yo cuido mi palo como premisa fundamental”, manifiesta.

Finalmente, indica que es clave en los arqueros hablar y ordenar permanentemente a sus compañeros de zona defensiva. “En especial lo hago con los dos marcadores centrales y el o los `5’”, dice.

El mensaje para los arqueros jóvenes no podía faltar.

“Hay que manejar la ansiedad. Estar concentrado y tranquilo es esencial para que los compañeros terminen confiando en uno”, manifiesta.