El pampeano Juan Manuel Abaca es un claro ejemplo de no bajar nunca los brazos. De creer en sus condiciones. De pensar siempre en que se puede.
Nacido en Santa Rosa el 29 de diciembre de 1989, a los 18 años estuvo en la primera de Olimpo local, con el claro objetivo de incursionar en los planteles de AFA. Pero ello no sucedió. Y a remarla entonces.
Tiempo después recaló en Independiente de Río Colorado, donde convirtió 28 goles en el antiguo Argentino B, hoy federal.
Hasta que por estos días, viste la casaca de Tiro Federal, donde anotó los cinco goles que los aurivioletas convirtieron en calidad de visitante en la segunda fase (tetradecagonal) del Federal A. Le hizo un gol a Juventud Unida de San Luis, los dos a San Martín de Tucumán y otros dos a Chaco For Ever.
“Una vez me llamaron de un club importante y me ofrecieron contratarme con el argumento de que iba a tener una gran vidriera con la camiseta de ese equipo, pero yo les dije que con eso no podía darles de comer a mi mujer y a mi hija. Entonces Tiro me abrió las puertas y confió en mis posibilidades. Obviamente aspiro a más, a jugar en una categoría superior. A los 25 años, me siento con la capacidad y las ganas para poder hacerlo”, cuenta, no sin antes dejar un mensaje a los más jóvenes.
“Creer en las condiciones de uno es clave para superarse. Y en la Liga hay muchísimos pibes con gran proyección. Solo tienen que ser constantes en el esfuerzo”, aconseja.