Nuevo paradigma en el fútbol

La transformación definitiva de los futbolistas

Figuras como el preparador fí­sico o el nutricionista han contribuido a optimizar su rendimiento

Leon Goretzka es uno de los hombres de moda en el fútbol mundial. Su exhibición física, técnica y táctica en el 8-2 contra el Barcelona sirvió para ratificar su importancia en un equipo como el Bayern, a la postre campeón de Europa y esta semana ganador de la Supercopa europea. En las redes sociales, su capacidad de atracción está a años luz de jugadores mediáticos de la talla de Leo Messi, Cristiano Ronaldo o Neymar. Sin embargo, hubo una imagen que tuvo un impacto notorio tras la final de Lisboa. Una foto suya con el torso desnudo posando con la Copa de Europa cuadruplicó sus likes en Instagram. Su volumen muscular y su cuerpo escultural dejó a más de uno con la boca abierta. Sólo han pasado dos años desde su llegada a Munich y nada tiene que ver un cuerpo con el otro.

Es el nuevo paradigma en el deporte rey: jugadores imponentes entregados al culto al cuerpo con el fin de optimizar su rendimiento. Atrás quedaron las barrigas incipientes, dejando paso a físicos mucho más definidos, sin un ápice de grasa, más propios de deportes como el culturismo que de un campo de fútbol. Los futbolistas de hoy en día son más musculosos, más rápidos, más fuertes y más resistentes.

Leon Goretzka

“El peso ganado me hace más ágil y robusto, tanto a ras de césped como en el juego aéreo”

La respuesta la encontramos en la combinación de distintas variables como son la introducción de la figura del preparador físico a finales de los años sesenta o, más recientemente, la irrupción de los nutricionistas en los clubs. El fútbol también ha cambiado, el juego ahora es mucho más rápido y cada vez hay más partidos, pudiendo llegar a disputar hasta siete u ocho partidos en un mes. Eso al final de curso se traduce en no menos de 50 encuentros. Por seguir con el ejemplo del Bayern, un jugador de la polivalencia de Joshua Kimmich participó en 57 encuentros entre su equipo y la selección alemana la temporada pasada, sin contar los amistosos.

Más fuertes y rápidos

Es el nuevo paradigma en el deporte rey: jugadores imponentes entregados al culto al cuerpo

El confinamiento fue clave para desarrollar más ese trabajo personal. Se aprecia incluso en cuerpos ya definidos anteriormente como los de Sergio Ramos o Cristiano Ronaldo, sin hablar de bestias como el explosivo excanterano blaugrana Adama Traoré. Goretzka aprovechó ese parón de juego para convertirse en un portento físico. Años antes ya había modificado hábitos en su dieta (sin gluten) que le sirvieron para reducir lesiones. “El peso ganado me ayuda en las entradas, me hace más ágil y robusto, tanto a ras de césped como en el juego aéreo”, expone.


Todos estos cambios han ido acompañados de un elemento sin el que no se entendería esa transformación física: la tecnología. Las diferentes herramientas de control de las que disponen los clubs les permiten monitorizar de manera individualizada y al minuto millones de datos sobre sus jugadores, desde la carga de trabajo acumulada a las necesidades nutricionales de cada futbolista. Existe un nuevo fútbol en el que talento, físico y ciencia son indisolubles.

Paco Seirul.lo, jefe de metodología del FC Barcelona

Que el preparador físico es más relevante para los futbolistas es incuestionable. Su influencia ha condicionado observar un fútbol más intenso, donde algunos equipos se permiten el lujo de presionar de manera incansable durante muchos más minutos y ser más veloces en las transiciones ofensivas o el repliegue. Se chuta más fuerte, se es más eficaz en el cuerpo a cuerpo, más explosivo en carrera... Sin embargo, eso no implica que el fútbol sea mejor que antes en cuanto a juego se refiere. Así lo cree toda una eminencia de la actividad física como es Paco Seirul·lo, jefe de Metodología del Barça.

Para Seirul·lo existe un desajuste notable entre esa evolución palpable de la condición física y la evolución del juego. “Los clubs no han encontrado la manera de equilibrar los dos elementos. Ahora no importa hacerlo bien, sino hacerlo muchas veces y de manera repetitiva sin mejorar la calidad de la acción, corriendo más para aumentar las probabilidades de obtener un resultado favorable. Se da prioridad a lo cuantitativo por encima de lo cualitativo cuando este último aspecto era la idea inicial de la condición física. La cantidad siempre mata la calidad”, profundiza Seirul·lo, quien esta semana cumplió 46 años en el club blaugrana.

El resultadismo tiene mucho que ver en esa apuesta por el físico, pues “a corto plazo es más rentable entrenar a los jugadores para correr que para jugar”. Las prisas y la inmediatez desde los despachos se apoderaron desde hace tiempo del fútbol y eso condiciona las prioridades a la hora de planificar los entrenamientos. “Se dedica mucho tiempo a la forma individual del jugador y no hay que olvidar que el fútbol es un deporte de equipo. Correr más que el contrario no significa jugar más que el contrario”.

Seirul·lo considera “una moda” la creencia en el aspecto físico si esta no va de la mano de la tecnificación. La creencia será desmontada el día que un equipo vuelva a dar protagonismo al juego asociativo y consiga logros que le conviertan en el modelo que seguir. “El físico acaba con el juego, como pasó en tiempos pasados, pero luego resurge de nuevo cuando aparece ese fútbol dinámico y atractivo. Son ciclos. No creo que haya nadie que corra más que el balón. Este no se cansa, los jugadores sí; el físico tiene un límite, la comprensión del juego no”, insiste.

Y recuerda la importancia de trascender por encima de pensar únicamente en la victoria: “Pasan a la historia los futbolistas que han tenido calidad, no los que han corrido mucho”.

Sergi Mateo, nutricionista del Girona

La nutrición es, sin lugar a dudas, una de las principales responsables de este gran cambio: “Se está viendo que, cada vez más, la figura del nutricionista juega un papel importante sobre la incidencia del rendimiento del jugador profesional y los clubs cada día son más conscientes de ello y quieren incorporar a estos profesionales en su staff”, reconoce Sergi Mateo, nutricionista del Girona FC desde hace cinco años.

La alimentación de los futbolistas ahora se mide al milímetro y de forma personalizada con el objetivo de lograr la “composición corporal correcta” que les permita “prepararse mejor para tener un buen rendimiento, una buena salud y perderse el mínimo de partidos posibles”, explica Mateo, autor de Se juega como se come y Cocina que sales.

Esta ingesta debe ir dirigida a “cubrir las demandas del partido y de la recuperación para el próximo entrenamiento o partido” y se fundamenta principalmente en carbohidratos, añadiendo también proteínas saludables, lípidos y vegetales, todos ellos complementados siempre con una hidratación correcta.

El juego es más rápido ahora que hace unas décadas y la carga de partidos es más alta, esto obliga a los clubs a trabajar en la recuperación de sus futbolistas. “Cada vez hay más partidos en menos espacio de tiempo, lo que implica cuidar los detalles al máximo. La nutrición nos permite que cada jugador pueda tener la máxima recuperación entre partidos para hacer frente a los calendarios tan exigentes del fútbol profesional”.

Los propios futbolistas tienen un papel activo en este cambio: “Cuando empecé hace cinco años era necesaria una educación nutricional más básica hacia el jugador, pero cada vez más me encuentro que los jugadores llegan más preparados y son más conscientes de que la nutrición, entre otros factores, tendrá un papel relevante en su rendimiento”.

Por otro lado, la tecnología se ha convertido en un aliado indispensable para entender este brutal cambio físico en los futbolistas durante las últimas décadas. “La tecnología GPS nos ayuda a saber mejor la carga que ha tenido el jugador en cada entrenamiento y con esta información regulamos su ingesta nutricional”, detalla Mateo, que pone en valor la alimentación individualizada como elemento clave de esta ecuación: “Los equipos de fútbol ahora somos pequeños laboratorios donde se cuidan al máximo todos los detalles. La nutrición juega un papel muy importante y cada vez lo hará más. El control del detalle del jugador tendrá un factor diferencial también en el futuro, saber las demandas específicas de cada jugador”.

Fuente: La Vanguardia.